martes, 3 de agosto de 2010

Lunes 02 de agosto de 2010 - El Litoral

Funciona desde 2003

Alarma comunitaria en Loyola norte, una experiencia positiva

El sistema abarca cuatro manzanas del barrio, donde viven 43 familias. El objetivo es garantizar la seguridad e intervenir ante una emergencia. Gracias al compromiso y la solidaridad, los resultados son positivos.

De la redacción de El Litoral
redaccion@ellitoral.com
“Éste es un barrio seguro. Acá nos cuidamos entre todos”, aseguró Oscar Gallegos, vecino de Loyola norte desde hace 30 años. “Muchos de los que vivimos acá, venimos del norte: de Calchaquí, de Vera, de Helvecia... Tenemos alma de pueblo”, agregó. Basta recorrer un par de cuadras para saber que lo que dice es cierto. Y parte del éxito del sistema de alarmas comunitarias -implementado en 2003- se funda en este espíritu pueblerino.

Antecedentes
“Antes del 2003 tuvimos algunos casos de inseguridad. Mi familia en un momento hasta pensó en dejar el barrio”, contó Gallegos a El Litoral.
Como en todos los barrios, los casos de inseguridad se repetían. Pero hubo uno en particular que conmocionó a los vecinos: el asalto en la casa de Roxana Rodríguez. “Yo vivía sola con mi mamá. Una noche sentí como una explosión. Era que me habían reventado la puerta de una patada. Entraron tres hombres, se llevaron todo y nos encerraron en el ropero”, relató Roxana.
“Esa fue la gota que rebalsó el vaso. Que le hayan entrado en la casa a Roxana fue como si nos hubiesen entrado en la casa de cada uno de nosotros. En estas cuadras somos todos parientes o amigos; somos familia”, explicó Gallegos, mientras otros vecinos asentían.
A partir de ese hecho, los vecinos se plantearon qué podían hacer. Supieron del sistema de alarma comunitaria de barrio Judiciales y decidieron implementarlo.
“Al principio arrancamos 6 ó 7 familias. La idea era estar atentos a lo que pasaba y si veíamos algo raro hacer ruido de alguna forma: con un silbato, golpeando ollas o hasta con una flauta”, detallaron.
Con el correr de los meses, se fueron sumando más vecinos. Hoy el sistema cubre cuatro manzanas (sobre las calles Río Negro y Larrechea) y abarca 43 familias. Por otra parte, las alarmas rudimentarias fueron reemplazadas por otras tecnológicas, que se activan al presionar un botón.

Resultados positivos
Gracias a las alarmas comunitarias han frustrado varios robos y los vecinos aseguran que disminuyó la inseguridad. Además, han actuado para pedir ayuda ante un accidente o una persona asaltada en la calle y malherida.
“Por ahí un patrullero o una ambulancia no sabe bien cómo llegar hasta acá. Nosotros ya somos conocidos. Cuando llamamos decimos que somos del sistema de alarma comunitaria, entonces ya saben de dónde hablamos”, especificó Paola.
¿Por qué este sistema lleva ya siete años de buen funcionamiento? Los entrevistados no dudaron en remarcar los valores de las familias que lo componen: solidaridad y compromiso. “Este sistema es inútil si no hay un acuerdo previo y compromiso entre los vecinos”, concluyeron.

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